RESPETABLE LOGIA UPUAUT N°9

El Rito Antiguo y Primitivo de Memphis

La cuna de los misterios de la Masonería es colocada por la mayoría de los historiadores en ese país que aparentemente fue uno de los primeros en habitarse, en el altiplano de tártaro, y se dice que ha sido transmitido hasta nosotros por los sabios de la India, Persia, Etiopía y Egipto. Con este último estamos endeudados por la Religión y Masonería.

Es de conocimiento general que, en Memphis, Egipto, bajo la orientación del Faraón, los altos Misterios de la Francmasonería de hoy eran practicados 2100 AC. Antes del Siglo XVII AD., todo el trabajo Masónico para ser legalmente conducido tenía que ser autorizado por el Faraón o por un Sacerdote.

La prueba de su antigüedad ha sido pasada durante las edades a través de grandes monumentos como las Catedrales, Templos, Pirámides, etc., en los cuales están los registros dejados a nosotros por los Ancianos; y hasta hoy los museos del mundo estiman de preciado valor todos las muestras de piedra, metal, papiros, como prueba audaz y viva de nuestro conocimiento de la temprana historia del Hombre y de sus alrededores; hasta hoy existe todavía ruinas del Viejo Mundo en las cuales existen caracteres de Dioses y Divinidades antiguas en actitudes peculiares que contienen verdades convincentes de su propósito.

Los Antiguos Sacerdotes tenían una visión interior y previeron – ellos prefirieron caminar en seguridad en el mas alto sentimiento de popularidad de que ser destruido por ellos; estos entonces, enseñaron al pueblo tales cuentos de forma que sabían que eso bastaría para sus vulgares prejuicios y amor del maravilloso; crearon leyendas, hicieron sacrificios, enseñaron en parábolas, construyeron Templos con esplendor, y manufacturaron milagros a las decenas.

Todo esto era tangible y satisfactorio a las masas, pero en toda esta aparente escena teatral existía un sentido interior, conocido solamente por los Iniciados.

Para ellos estas cosas eran apenas alegorías y símbolos, convenientes lecciones de moralidad y filosofía demasiado avanzadas para que las mentes populares comprendiesen, pues es mucho más fácil ciegamente acreditar de que se busca la razón que entenderla.

¿Puede alguien concebir como plausible que los grandes intelectos de Grecia y Roma, los sabios, los estadistas, y los poetas de estos países realmente acreditaban la existencia personal de las divinidades en sus mitologías?

Para el pueblo común ellos eran realmente Dioses y Diosas; pero al iniciado ellos eran solamente varios tipos de pasiones, cualidades y estaciones. Ayudados por esta edad de razón y entendimiento, nosotros solamente podemos admirar y respetar la pura y primitiva filosofía, la precisión de sus instrucciones.

Ellos nos revelaron una Religión consonante con las leyes de la naturaleza, inculcando una simple doctrina en verdad, y benefíciente a través de su Universalidad.

Ellos, tal como nosotros, prestaron adoración a la verdad; ellos propagaron Esta adoración sin pompa. Sus doctrinas eran simples, y los liberaban de toda la especie de superstición.

Ellos adoraban al Dios Eterno, creador de todos los mundos que guardaban su trabajo y causaba la reproducción a germinar de la destrucción.

Pero esa doctrina no se perdió y se arrastro hacia Persia, y fue recibida por Zoroastro, cultivada por los Magos, y alterada como todas las cosas en este mundo lo son; fue traída de regreso a su simplicidad primitiva por un segundo Zoroastro.

Seguidos por una multitud de sus compatriotas Osiris vino de las montañas de Etiopía, y por una conquista gloriosa subyugo el Egipto barbárico a sus leyes, dándole el precioso regalo de la civilización. Estos benefactores de la raza humana pensaron que era imposible administrar la pura Luz a naciones poco cultivadas; ellos entonces disfrazaron la verdad bajo emblemas que la multitud tomo literalmente, y que tenía sus adoradores en los Templos de Sais, de Tebas, de Heliopolis, y en la magnificente Memphis.

De esto brotaron dos religiones, como en China, en Grecia, y en la antigua Roma, tal como entre todos los pueblos iluminados del mundo moderno; una religión de la multitud que solamente se aplica a los objetos exteriores visibles, y una religión de personas literatas, que solamente toman estos objetos como alegorías y símbolos donde bajos su velo se encuentran escondidas verdades morales o grandes efectos de la naturaleza.

Inmediatamente después de salir de esta escuela, Orfeo estableció los misterios de Samotracia, consagrado a los Cabires, y que fueron transportados al extranjero entre muchos pueblos. Tryptolemus y Eumolope dieron leyes a la Grecia, y esparcieron los beneficios a ser recibidos de la agricultura, y colocaron la fundación del Templo de Eleusis; Abaris transporto la Luz hasta el Norte.

Los Misterios de Memphis fueron instituidos en todas las partes, hacia mismo en las planicies heladas de Scythia. Cada ciudad en Egipto tenía su propio símbolo peculiar.

El elocuente Memphis adoptó la urraca el pájaro parlante como su símbolo. Tebas, que irguió sus pensamientos hacia los cielos, decoro su estandarte con la águila de los ojos de fuego. La ciudad de Canapa escogió el censer como si fuera prestar homenaje a la Divinidad. La Sphynx, era colocada en el umbral de los Templos, era el emblema de los sabios que observaban sobre Egipto. Los sabios, preparados en Heliopolis para la solemnidad de los Misterios de Memphis y Tebas, guardaban vigilancia sobre el fuego divino.

El sagrado fuego de los Misterios hoy Masónicos ahí ardió durante miles de años sin ningún intento culpable de reducirlo o de extinguirlo, y los archivos del Templo Místico permanecieron entre las crianzas de Memphis, de Orfeo, Homero, Pitágoras, Thales, Virgilio, Hipócrates, Sócrates, Platón y un vasto número de otros filósofos de Grecia, esa hija intelectual de Egipto.

Durante el tiempo que en los márgenes del Nilo los augustos depositarios de estas tradiciones las velaron de los ojos de sus contemporáneos y solamente las revelaron a un número pequeño de aquellos en quien ellos consideraban dignos de la iniciación, otros adeptos, en el interior de África, juntaron colonias de bárbaros, y pulieron sus maneras, propagaron ciencia; de facto, fundaron nuestros Sagrados Misterios en las arenas ardientes de Nubia y de Etiopía. Zoroastro fundo la escuela de los Magos en la Persia y Media. Esta sublime institución se extendió de las planicies de Memphis hasta el Palacio del Sabio David.

Este Ilustre iniciado al morir comando a su hijo Salomón que irguiera un magnificente Templo como testimonio de su gratitud al Sublime Arquitecto de los Mundos.

En Memphis era donde el Hierofante preservaba en el Santuario de los Patriarcas la Chef d’oeuvre de Enoch, ese precioso Delta que Menes transporto de Etiopía a los márgenes del Nilo.

Salomón empezó la construcción del Templo en el Tercer día del Quinto mes del Séptimo año, la dedicación fue celebrada con verdadera pompa real. Salomón coloco el Delta en el Santuario y durante 7 veces 9 días, un millar de gritos de júbilo celebraron la inauguración de este nuevo monumento, esta magnífica obra maestra de la arquitectura que el hombre jamás hubiera construido.

El pueblo era admitido para visitar el lugar Santo donde la majestad del Sublime Arquitecto lucia con toda su brillantez, y los arcos sonoros resonaban con miles de aclamaciones y con tres veces tres soplos hechos por miles de malletes. Salomón fue en paz para su tumba, habiendo gozado a través de un largo lapso de años de felicidad sin igual. Desde el día en que Salomón inspirado construyo ese Templo A la Gloria del Sublime Arquitecto del Universo, del Nilo hasta Jordania la ciencia de los Misterios estiró sus beneficiosos rayos; el pueblo unido se regocijaba en la dulzura de la más cordial Fraternidad; el fuego sagrado que lució en la Caldea, su antorcha pacifica ilumino todo Judea, de facto la Paz gobernó sobre todo el Oriente, cuando los infamios Cambyses, ya manchados con crimen llevaron la espada y el fuego a Egipto e hicieron de el un teatro de muerte y devastación.

En este terrible reverso de la civilización se detuvieron completamente los Misterios Sacerdotales, fueron adormecidos.

Los Sarracenos después de haber pasado las primeras brutalidades de la conquista, suavizaron sus maneras y se entregaron al estudio, y gobernaron los países subyugados con menos severidad.

Los Misterios si no protegidos por ellos eran al menos tolerados. Ellos permitieron a los Patriarcas esconder el depósito de nuestras doctrinas en las márgenes del Nilo y en las grutas de la Palestina.

Durante todo el periodo de la Edad Media que abarca muchos siglos los Misterios no dieron muchas señales exteriores de actividad, pero brotaron nuevamente con vitalidad después las Cruzadas, que ha influenciado en el desarrollo de la Luz y del Bienestar Social.

La introducción de nuestros Misterios en Europa es debido a los Cruzados, y a las Ordenes de Caballeros que entonces se formaron casi por todas las partes. Fue por estos valientes guerreros que retornaron de la Tierra Santa que los estandartes de la Fraternidad fueron traídos; y fue de los celebrados ríos que vieron en sus márgenes a Jesús el Cristo hijo de Dios, el Divino Osiris, el Armonioso Orfeo, el Profeta Mohamad, el Grande Sesostris, fue de este Sagrado punto, de la bóveda estrellada; fue de la corte del Templo de Salomón que estos valientes hombres vislumbraron por primera vez la esencia de nuestros Misterios hasta la puerta de bronce que daba hacia el Santuario pero era necesario parar a los pies de la doble columna que bordea el Pronaos; por la ayuda de una palabra, un signo después penetrando un poco más recibía su recompensa.

La Orden Masónica de Memphis es por consecuencia la depositaria de los Misterios de la alta ciencia Masónica del verdadero Antiguo y Primitivo Rito que ha llegado hasta nosotros y con un ejercicio constante de sus derechos provenientes de sus Constituciones.

De ahí el facto del Rito de Memphis ser considerado como el verdadero Árbol Masónico y todos los otros sistemas sean ellos cual fuesen tiene conciencia de que son solamente pequeñas ramas de nuestra institución a que se debe rendir respeto por sus Misterios de la mas vasta antigüedad.

Entre el conocimiento de la Ciencia Humana y el de la Doctrina Divina existen grados Simbólicos que tenían que ser pasados.

Todos los Misterios se concentraban en tres puntos principales: La Sagrada Doctrina, La Moral, y La Ciencia Exacta.

Del primero se pasaba al segundo sin intermediario; pero una vez llegado al segundo grado largas preparaciones eran necesarias este era el objeto a ser considerado por otros tres grados; el primero concluía y completaba los Misterios menores, los otros dos abrían los Misterios mayores.

Era solamente en el primer grado Simbólico, el tercero de la Iniciación que las Fábulas eran expuestas y en los dos grados siguientes ellos se esforzaron por penetrar en el sentido de las fábulas y tornarse dignos de la grandiosa manifestación de la Luz.

La división general incluía las preparaciones, los viajes y los símbolos, y las investigaciones. Las preparaciones eran divididas en dos clases; la primera tenía un título simbólico la palabra “Sabiduría”, y para su objeto la Moralidad. Los iniciados eran llamados Thalmedimites o Discípulos. El segundo tenía un título simbólico con la palabra ” Fuerza”, y para su objeto las Ciencias Humanas. El Iniciado era llamado Heberamites o compañeros.

Los viajes y símbolos eran divididos en tres clases: los primeros llamados los Obsequies, el iniciado llevaba el nombre de Mouzehemites; en el segundo, llamado Venganza, ellos tomaban el nombre de Bheremites; y en el tercero eran llamados Emancipación, lo de Nescherites.

La investigación era el gran complemento de la Iniciación, el coronar del edificio, la piedra llave del Arco.

Los Patriarcas de Memphis calificados en las ciencias ocultas que ellos enseñaban en este grado y que llamaban fuego regenerador. Esta ciencia que un Ilustre Filosofo llamo una partícula partida de una gran palmera – un rayo del poder Adamico, destinada a confinar la razón humana y tornarla humilde delante de Dios  – un fenómeno perteneciente a la profecía  – esta ciencia, principio de la vida de todos los seres orgánicos, era parte de las enseñanzas del séptimo grado.

El conocimiento de este fluido magnético es el trabajo más precioso de la Providencia; es la llave Misteriosa que abre a la inteligencia ciega por las ilusiones, el mundo de la Luz y Verdad y junta el finito con el infinito; es la cadena dorada tantas veces entonada por los poetas; la base de la filosofía oculta que Demócrates, Pitagoras, Platon y Appolonius vinieron a buscar de los Hierophantes de Egipto, invisible a los ojos de los sentidos la visión del alma es necesaria por su estudio.

La Iniciación consistía en el dogma del monoteísmo que era declarado al gran Iniciado; es por decir, existe solamente un Dios.

El dogma del Castigo y recompensa en una otra vida era profesado en los Misterios menores.

El Panteísmo era la Religión de la Antigüedad, la palabra Panteísmo deriva del griego que significa TODOS y la otra DIOS, es por decir Todo era Dios.

La prueba de su antigüedad ha sido pasada durante las edades a través de grandes monumentos como las Catedrales, Templos, Pirámides, etc., en los cuales están los registros dejados a nosotros por los Ancianos; y hasta hoy los museos del mundo estiman de preciado valor todos las muestras de piedra, metal, papiros, como prueba audaz y viva de nuestro conocimiento de la temprana historia del Hombre y de sus alrededores; hasta hoy existe todavía ruinas del Viejo Mundo en las cuales existen caracteres de Dioses y Divinidades antiguas en actitudes peculiares que contienen verdades convincentes de su propósito.

Los Antiguos Sacerdotes tenían una visión interior y previeron – ellos prefirieron caminar en seguridad en el mas alto sentimiento de popularidad de que ser destruido por ellos; estos entonces, enseñaron al pueblo tales cuentos de forma que sabían que eso bastaría para sus vulgares prejuicios y amor del maravilloso; crearon leyendas, hicieron sacrificios, enseñaron en parábolas, construyeron Templos con esplendor, y manufacturaron milagros a las decenas.

Todo esto era tangible y satisfactorio a las masas, pero en toda esta aparente escena teatral existía un sentido interior, conocido solamente por los Iniciados.

Para ellos estas cosas eran apenas alegorías y símbolos, convenientes lecciones de moralidad y filosofía demasiado avanzadas para que las mentes populares comprendiesen, pues es mucho más fácil ciegamente acreditar de que se busca la razón que entenderla.

¿Puede alguien concebir como plausible que los grandes intelectos de Grecia y Roma, los sabios, los estadistas, y los poetas de estos países realmente acreditaban la existencia personal de las divinidades en sus mitologías?

Para el pueblo común ellos eran realmente Dioses y Diosas; pero al iniciado ellos eran solamente varios tipos de pasiones, cualidades y estaciones. Ayudados por esta edad de razón y entendimiento, nosotros solamente podemos admirar y respetar la pura y primitiva filosofía, la precisión de sus instrucciones.

Ellos nos revelaron una Religión consonante con las leyes de la naturaleza, inculcando una simple doctrina en verdad, y benefíciente a través de su Universalidad.

Ellos, tal como nosotros, prestaron adoración a la verdad; ellos propagaron Esta adoración sin pompa. Sus doctrinas eran simples, y los liberaban de toda la especie de superstición.

Ellos adoraban al Dios Eterno, creador de todos los mundos que guardaban su trabajo y causaba la reproducción a germinar de la destrucción.

Pero esa doctrina no se perdió y se arrastro hacia Persia, y fue recibida por Zoroastro, cultivada por los Magos, y alterada como todas las cosas en este mundo lo son; fue traída de regreso a su simplicidad primitiva por un segundo Zoroastro.

Seguidos por una multitud de sus compatriotas Osiris vino de las montañas de Etiopía, y por una conquista gloriosa subyugo el Egipto barbárico a sus leyes, dándole el precioso regalo de la civilización. Estos benefactores de la raza humana pensaron que era imposible administrar la pura Luz a naciones poco cultivadas; ellos entonces disfrazaron la verdad bajo emblemas que la multitud tomo literalmente, y que tenía sus adoradores en los Templos de Sais, de Tebas, de Heliopolis, y en la magnificente Memphis.

De esto brotaron dos religiones, como en China, en Grecia, y en la antigua Roma, tal como entre todos los pueblos iluminados del mundo moderno; una religión de la multitud que solamente se aplica a los objetos exteriores visibles, y una religión de personas literatas, que solamente toman estos objetos como alegorías y símbolos donde bajos su velo se encuentran escondidas verdades morales o grandes efectos de la naturaleza.

Inmediatamente después de salir de esta escuela, Orfeo estableció los misterios de Samotracia, consagrado a los Cabires, y que fueron transportados al extranjero entre muchos pueblos. Tryptolemus y Eumolope dieron leyes a la Grecia, y esparcieron los beneficios a ser recibidos de la agricultura, y colocaron la fundación del Templo de Eleusis; Abaris transporto la Luz hasta el Norte.

Los Misterios de Memphis fueron instituidos en todas las partes, hacia mismo en las planicies heladas de Scythia. Cada ciudad en Egipto tenía su propio símbolo peculiar.

El elocuente Memphis adoptó la urraca el pájaro parlante como su símbolo. Tebas, que irguió sus pensamientos hacia los cielos, decoro su estandarte con la águila de los ojos de fuego. La ciudad de Canapa escogió el censer como si fuera prestar homenaje a la Divinidad. La Sphynx, era colocada en el umbral de los Templos, era el emblema de los sabios que observaban sobre Egipto. Los sabios, preparados en Heliopolis para la solemnidad de los Misterios de Memphis y Tebas, guardaban vigilancia sobre el fuego divino.

El sagrado fuego de los Misterios hoy Masónicos ahí ardió durante miles de años sin ningún intento culpable de reducirlo o de extinguirlo, y los archivos del Templo Místico permanecieron entre las crianzas de Memphis, de Orfeo, Homero, Pitágoras, Thales, Virgilio, Hipócrates, Sócrates, Platón y un vasto número de otros filósofos de Grecia, esa hija intelectual de Egipto.

Durante el tiempo que en los márgenes del Nilo los augustos depositarios de estas tradiciones las velaron de los ojos de sus contemporáneos y solamente las revelaron a un número pequeño de aquellos en quien ellos consideraban dignos de la iniciación, otros adeptos, en el interior de África, juntaron colonias de bárbaros, y pulieron sus maneras, propagaron ciencia; de facto, fundaron nuestros Sagrados Misterios en las arenas ardientes de Nubia y de Etiopía. Zoroastro fundo la escuela de los Magos en la Persia y Media. Esta sublime institución se extendió de las planicies de Memphis hasta el Palacio del Sabio David.

Este Ilustre iniciado al morir comando a su hijo Salomón que irguiera un magnificente Templo como testimonio de su gratitud al Sublime Arquitecto de los Mundos.

En Memphis era donde el Hierofante preservaba en el Santuario de los Patriarcas la Chef d’oeuvre de Enoch, ese precioso Delta que Menes transporto de Etiopía a los márgenes del Nilo.

Salomón empezó la construcción del Templo en el Tercer día del Quinto mes del Séptimo año, la dedicación fue celebrada con verdadera pompa real. Salomón coloco el Delta en el Santuario y durante 7 veces 9 días, un millar de gritos de júbilo celebraron la inauguración de este nuevo monumento, esta magnífica obra maestra de la arquitectura que el hombre jamás hubiera construido.

El pueblo era admitido para visitar el lugar Santo donde la majestad del Sublime Arquitecto lucia con toda su brillantez, y los arcos sonoros resonaban con miles de aclamaciones y con tres veces tres soplos hechos por miles de malletes. Salomón fue en paz para su tumba, habiendo gozado a través de un largo lapso de años de felicidad sin igual. Desde el día en que Salomón inspirado construyo ese Templo A la Gloria del Sublime Arquitecto del Universo, del Nilo hasta Jordania la ciencia de los Misterios estiró sus beneficiosos rayos; el pueblo unido se regocijaba en la dulzura de la más cordial Fraternidad; el fuego sagrado que lució en la Caldea, su antorcha pacifica ilumino todo Judea, de facto la Paz gobernó sobre todo el Oriente, cuando los infamios Cambyses, ya manchados con crimen llevaron la espada y el fuego a Egipto e hicieron de el un teatro de muerte y devastación.

En este terrible reverso de la civilización se detuvieron completamente los Misterios Sacerdotales, fueron adormecidos.

Los Sarracenos después de haber pasado las primeras brutalidades de la conquista, suavizaron sus maneras y se entregaron al estudio, y gobernaron los países subyugados con menos severidad.

Los Misterios si no protegidos por ellos eran al menos tolerados. Ellos permitieron a los Patriarcas esconder el depósito de nuestras doctrinas en las márgenes del Nilo y en las grutas de la Palestina.

Durante todo el periodo de la Edad Media que abarca muchos siglos los Misterios no dieron muchas señales exteriores de actividad, pero brotaron nuevamente con vitalidad después las Cruzadas, que ha influenciado en el desarrollo de la Luz y del Bienestar Social.

La introducción de nuestros Misterios en Europa es debido a los Cruzados, y a las Ordenes de Caballeros que entonces se formaron casi por todas las partes. Fue por estos valientes guerreros que retornaron de la Tierra Santa que los estandartes de la Fraternidad fueron traídos; y fue de los celebrados ríos que vieron en sus márgenes a Jesús el Cristo hijo de Dios, el Divino Osiris, el Armonioso Orfeo, el Profeta Mohamad, el Grande Sesostris, fue de este Sagrado punto, de la bóveda estrellada; fue de la corte del Templo de Salomón que estos valientes hombres vislumbraron por primera vez la esencia de nuestros Misterios hasta la puerta de bronce que daba hacia el Santuario pero era necesario parar a los pies de la doble columna que bordea el Pronaos; por la ayuda de una palabra, un signo después penetrando un poco más recibía su recompensa.

La Orden Masónica de Memphis es por consecuencia la depositaria de los Misterios de la alta ciencia Masónica del verdadero Antiguo y Primitivo Rito que ha llegado hasta nosotros y con un ejercicio constante de sus derechos provenientes de sus Constituciones.

De ahí el facto del Rito de Memphis ser considerado como el verdadero Árbol Masónico y todos los otros sistemas sean ellos cual fuesen tiene conciencia de que son solamente pequeñas ramas de nuestra institución a que se debe rendir respeto por sus Misterios de la mas vasta antigüedad.

Entre el conocimiento de la Ciencia Humana y el de la Doctrina Divina existen grados Simbólicos que tenían que ser pasados.

Todos los Misterios se concentraban en tres puntos principales: La Sagrada Doctrina, La Moral, y La Ciencia Exacta.

Del primero se pasaba al segundo sin intermediario; pero una vez llegado al segundo grado largas preparaciones eran necesarias este era el objeto a ser considerado por otros tres grados; el primero concluía y completaba los Misterios menores, los otros dos abrían los Misterios mayores.

Era solamente en el primer grado Simbólico, el tercero de la Iniciación que las Fábulas eran expuestas y en los dos grados siguientes ellos se esforzaron por penetrar en el sentido de las fábulas y tornarse dignos de la grandiosa manifestación de la Luz.

La división general incluía las preparaciones, los viajes y los símbolos, y las investigaciones. Las preparaciones eran divididas en dos clases; la primera tenía un título simbólico la palabra “Sabiduría”, y para su objeto la Moralidad. Los iniciados eran llamados Thalmedimites o Discípulos. El segundo tenía un título simbólico con la palabra ” Fuerza”, y para su objeto las Ciencias Humanas. El Iniciado era llamado Heberamites o compañeros.

Los viajes y símbolos eran divididos en tres clases: los primeros llamados los Obsequies, el iniciado llevaba el nombre de Mouzehemites; en el segundo, llamado Venganza, ellos tomaban el nombre de Bheremites; y en el tercero eran llamados Emancipación, lo de Nescherites.

La investigación era el gran complemento de la Iniciación, el coronar del edificio, la piedra llave del Arco.

Los Patriarcas de Memphis calificados en las ciencias ocultas que ellos enseñaban en este grado y que llamaban fuego regenerador. Esta ciencia que un Ilustre Filosofo llamo una partícula partida de una gran palmera – un rayo del poder Adamico, destinada a confinar la razón humana y tornarla humilde delante de Dios  – un fenómeno perteneciente a la profecía  – esta ciencia, principio de la vida de todos los seres orgánicos, era parte de las enseñanzas del séptimo grado.

El conocimiento de este fluido magnético es el trabajo más precioso de la Providencia; es la llave Misteriosa que abre a la inteligencia ciega por las ilusiones, el mundo de la Luz y Verdad y junta el finito con el infinito; es la cadena dorada tantas veces entonada por los poetas; la base de la filosofía oculta que Demócrates, Pitagoras, Platon y Appolonius vinieron a buscar de los Hierophantes de Egipto, invisible a los ojos de los sentidos la visión del alma es necesaria por su estudio.

La Iniciación consistía en el dogma del monoteísmo que era declarado al gran Iniciado; es por decir, existe solamente un Dios.

El dogma del Castigo y recompensa en una otra vida era profesado en los Misterios menores.

El Panteísmo era la Religión de la Antigüedad, la palabra Panteísmo deriva del griego que significa TODOS y la otra DIOS, es por decir Todo era Dios.