Este número se divide en dos partes iguales 4 + 4, que a su vez se dividen en otros dos números iguales 2 + 2, los cuales también se dividen en dos números iguales 1 + 1, de ahí que indica equidad, justicia, equilibrio.
Este número está relacionado con el karma, ya que en épocas en las que su influencia sea preponderante, será cuando recibamos como un boomerang los efectos de nuestros actos del pasado.
En el simbolismo de la naturaleza anatómica el 8 se asocia con la vagina, es decir, con la “puerta” por la que una nueva vida entra en el mundo.
Promete el éxito, pero nos obliga a ser constantes y disciplinados, a elegir unas buenas semillas y cuidar nuestra tierra, con la promesa de que este esfuerzo tendrá su recompensa.
Ya que el número 8 reúne la combinación de la cruz y el cuadrado da la estabilidad en la vida material.
Al ser el 8 un 4 magnificado, tenemos un número que nos habla del control de la tierra, de sus recursos y de sus productos, es un número de poder material, de la banca y de las finanzas.
Implica confianza, y la traición de esta confianza tiene un precio muy caro, que supone la perdida de la situación actual y un duro esfuerzo si esta se quiere recuperar.
Por su forma hecha con dos círculos superpuestos, representa el movimiento en espiral de los cielos en su continuo flujo y reflujo, simbolizando la ley de causa y efecto, el éxito que el 8 anuncia sólo se podrá conseguir si se lograra dominar las opuestas corrientes del Agente Universal, es decir, se cosecha lo que se ha sembrado.
El ocho tumbado es el símbolo matemático del infinito.
El ocho representado por un octógono, simboliza la figura intermedia entre el cuadrado (orden terrestre) y el circulo (orden celeste), por lo tanto, es símbolo de regeneración, del paso de lo que es contingente a lo que es eterno.